Te contamos unos trucos que te harán verte perfecta ante en el espejo y lograr ese cuerpo de revista que siempre has deseado. Estarás deseando lucir el bikini este verano.

La mayoría de las personas asocian que tener una figura bonita pasa por dejar de comer o comer poco y mal, cuando lo realmente importante es asegurarse de que la alimentación que se lleva es sana y equilibrada. Si además, la dieta se complementa con deporte y aportamos una ayuda extra aplicando alguna crema o gel reductor, la operación bikini será todo un éxito.

Comer sano no significa hacer dieta

Si quieres tener un buen aspecto y gozar de buena salud, olvídate de marranadas y crea tus propios principios sobre una alimentación sana. Come poco pero con regularidad. La comida tiene que ser variada y rica en nutrientes importantes (proteínas, vitaminas, grasas sanas, fibra e hidratos de carbono). En tu menú tampoco debería faltar carne magra, huevos, productos lácteos, legumbres, arroz, pan integral y frutas y verduras frescas. Dale preferencia a la grasa vegetal como aceite de oliva o girasol.

También hay que tener cuidado con los carbohidratos porque su exceso en el cuerpo se convierte en grasa.

Olvídate de las Dietas Milagro

Seguro que más de una vez has escuchado que comiendo solo esto o dejando de comer aquello podrías perder esos kilos de más, quizás incluso lo hayas intentado más de una vez. Sin embargo, no te dio resultado. La única manera de perder peso es mediante una alimentación saludable sostenida. El cuerpo es inteligente, y conoce tus hábitos. Si haces una dieta rápida, puede que pierdas unos kilos, pero tu cuerpo buscará recuperarlos, porque piensa que los necesita. Es por eso que para perder kilos y no recuperarlos es necesario tiempo, tienes que “re-entrenar” a tu cuerpo y a tu cerebro, para que acepten tu nuevo peso y tu nueva forma. ¿Cómo conseguirlo? Pues comiendo adecuadamente, para que el cuerpo piense que recibirá esos nutrientes regularmente, y por lo tanto no necesitará acumular grasas para emergencias.

Hidrátate

Bebe mucha agua para minimizar la hinchazón causada por la retención de alimentos, ya que es recomendable tomar un vaso de agua antes de desayunar, antes de almorzar y antes de dormir. Toma por lo menos ocho vasos de agua al día para eliminar el estado de pesadez al caminar o antes de almorzar para ayudar en la digestión de los alimentos.

Descansa de 7 a 8 horas por la noche

Mientras dormimos se aumenta la secreción de la hormona del crecimiento que por la noche cambia el organismo a metabolismo regenerativo. Eso significa que por la noche el cuerpo coge energía de las capas de grasa y así adelgaza. Por lo tanto, descansar bien nos ayuda a tener un cuerpo más bonito. Pero debes tener mucho cuidado con la cena, es aconsejable comer al menos dos horas antes de dormir y consumir sobre todo proteínas, carne magra, pescado y verduras.

Dormir más de 7-8 horas podría ser perjudicial, ya que al dormir demasiadas horas al cuerpo le falta vitamina D y puede llevar a depresión u obesidad. Con siete horas de sueño se reducen los riesgos de hipertensión, ateroesclerosis y diabetes.

Combate la celulitis

Para combatir la antiestética celulitis, evita comer bollería, comida precocinada y tomar bebidas con alcohol. Lo más aconsejable es seguir una dieta ligera y desintoxicante. Un consejo: ocupa la mitad de los platos principales que prepares con verduras y hortalizas, otro cuarto con cereales integrales (pan, pasta, arroz) y el otro con una fuente de proteína magra (pescado sin piel, carne sin grasa…). Para reducir y eliminar la celulitis el ejercicio físico es de gran ayuda. Movilizar los depósitos de grasas, líquidos y toxinas de los muslos y los glúteos es el objetivo. Lo mejor: subir escaleras, hacer aeróbic o spinning.

Un gran aliado en la lucha contra la celulitis son las cremas anti celulíticas. Aplícalos dos veces al día, preferiblemente antes de tu rutina de ejercicios, con un masaje que favorezca la penetración de la crema en la piel y que mueva los acúmulos adiposos.

Practica ejercicio

Para complementar la dieta practica ejercicio cardiovascular, el que acelera el corazón y el pulso, aumenta el metabolismo y actúa como un quema grasas natural. Haz 30 minutos de ejercicio cardiovascular durante cinco días a la semana. Realiza caminatas, corre, anda en bicicleta... Cambiar tu rutina de ejercicios cada semana.

No olvides trabajar tus músculos abdominales tres veces por semana. Realiza ejercicios que trabajen todos los ángulos de la sección media, como abdominales, elevación de piernas y abdominales laterales. Debes realizar tres series de 25 repeticiones.

Si necesitas una ayuda extra para lucir una silueta más proporciona, puedes recurrir a las cremas reductoras.

Trabaja las zonas más problemáticas

Realiza ejercicios específicos para tonificar las partes más conflictivas de tu cuerpo, como glúteos, abdomen, piernas y brazos. Aplica además cremas o geles reductores y anticelulíticos específicos para cada zona.

Para ejercitar los brazos el ejercicio más efectivo son las flexiones, para los glúteos las sentadillas. Para el abdomen, las abdominales clásicas o las tijeras: túmbate en el suelo, sobre una esterilla, con los brazos a lo largo del cuerpo y eleva ligeramente las piernas, crúzalas alternativamente a modo de tijera. Para las piernas funciona muy bien subir escaleras o los ejercicios de zancadas.