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Celulitis: ¿Quién, cómo y dónde?

Y es que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y a la mujer con celulitis...

Y es que la piel de naranja por ley general se achaca a la mujer, y…Si Dios nos creó a su imagen y semejanza , ¿No tendría Adán que compartir el problemilla de Eva? Lo cierto es que en conjunto más del 85% de las mujeres de todo el mundo padece tras la pubertad de celulitis en alguno de alguno de sus grados. Y aunque resalta más en algunas etnias, se ha de tener en cuenta que en toda mujer se encuentra el fatal componente hormonal desencadenante de la aparición de la celulitis. Lo que la hace más proclive que al varón de sufrir las terribles consecuencias estilísticas de la temida piel de naranja. Pero…¡Qué un surja el pánico! Al fin de al cabo hoy en día contamos con una maravillosa la tecnología clínica de aparatos anticelulíticos que pueden atajar el problema…Pero ¡Sin adelantemos! Veamos en los siguientes puntos ¿Por qué la mujer se ve más afectada? Y cómo y donde se produce con su respectiva solución.

¿Cómo y qué la produce?

Primeramente debemos saber ¿Cuáles son esas hormonas femeninas que provocan este desastre? Os presentamos, a miss progesterona y miss estrógeno nuestras hormonas responsables de propiciar la famosa celulitis en el cuerpo de la mujer ¿Por qué lo hacen? Es pura cuestión fisiológica, ellas sólo cumplen su función de llevar a cabo la retención de líquidos y la acumulación de grasas. Y son éstas las que hormonalmente hablando diferencian en la mujer la producción de piel de naranja en contraste con el hombre, sujeto en el cual se percibe con rareza la aparición de celulitis. La predisposición genética y reproductiva femenina las obliga por naturaleza a contener un extra de grasa que como ya sabrás predomina en caderas, muslos y abdomen. Grasa de la que los hombres prescinden en su constitución natural pero que pueden adoptar si llevan un estilo de vida sedentario y una mala alimentación.

Y así es, en la misma morfología de la piel se haya la principal característica de que la celulitis sea más propensa en el cuerpo femenino, puesto que los tejidos masculinos son algo distintos y su constitución no propicia la formación del tejido graso que se promueve en el femenino.

¿Dónde se desarrolla?

La celulitis está sostenida por la dermis y la epidermis. Lo que forma el tejido graso, depende directamente de la ordenación de estas fibras, y esto vuelve a ser otra distinción entre hombres y en mujeres ¿Por qué? Sencillamente las fibras femeninas están colocadas en vertical mientras que en el hombre se encuentran colocadas multi-direccionalmente lo que provoca que sus lóbulos grasos sean de menor tamaño además de tener la cualidad de ser genéticamente más fuertes que los femeninos.

Partiendo de la base de que la piel consta de 3 capas de grasa, te informamos de que en concreto nuestro imbatible archi-enemigo se sitúa en la capa más superficial de todas, la hipodermis, lógico que por ello, los bultitos de la piel de naranja sean tan visibles. La hipodermis se organiza a partir de fibras de tejido conectivo, y la celulitis que en ella se desarrolla a partir de depósitos adiposos que varían respecto al estilo vida de cada persona. Y a pesar de que por diferencias hormonales entre hombres y mujeres, de por sí, la celulitis siempre prime en un porcentaje bastante más elevado en ellas ¡Los hombres tampoco debieran confiarse! Pues aunque su constitución no esté maniatada a las predisposición física que castiga a la mujer, también la pueden obtener con descuidos en la alimentación y en el estilo de vida poco saludable.

¿Qué hacer?

Llegados a la conclusión de que la celulitis es un feo visible que al final nos puede tocar a todos... Hagamos mano de los grandes avances tecnológicos que disponemos ya en el mercado como el dispositivo silk’n Silhoutte para remediar el inconveniente. Aparatos clínicos diseñados con materiales de calidad y testados en laboratorio que permiten tratar la piel de naranja de forma cómoda, segura y eficaz sin tener que someterse a una costosa y dolorosa intervención quirúrgica.