Metabolismo y Energía

Para adelgazar además de voluntad, se necesita información. Te vamos a dar unas nociones básicas para que entiendas cómo funciona tu metabolismo y cómo puedes hacer que funcione más rápido para sentirte más enérgico y conseguir perder peso.

Metabolismo y Energía

Existen muchas razones por las cuales una persona puede presentar problemas de exceso de peso.

Una de las causas más comunes que nos llevan a fracasar en el intento de perder peso es el metabolismo lento, veamos pues, qué es el metabolismo, cuál es su relación con los niveles de energía y cómo podemos conseguir acelerar nuestro metabolismo y los suplementos que ayudan a ello como es la fruta de Moringa.

¿Qué es la energía?

El ser humano necesita materiales con los que reparar el desgaste que sufre su cuerpo constantemente y energía para poder moverse y mantener las funciones vitales. Mediante la función de nutrición el hombre toma del exterior materiales (alimentos) que él se encarga de convertir en sustancias propias.

La energía la obtenemos de los alimentos. En el cuerpo humano, la energía liberada por los alimentos puede utilizarse de las siguientes formas:

  • Como calor para mantener la temperatura corporal.
  • Como impulsos eléctricos para transmitir mensajes a través del sistema nervioso.
  • Como energía para mantener el trabajo muscular.
  • En forma de reserva, cuando consumimos demasiada.

La mayor parte de la energía que consumimos (90 %) la empleamos en el trabajo interno de nuestro organismo.

La cantidad de energía que una persona necesita para mantener la vida y el nivel de actividad habitual se conoce como requerimiento energético. Está determinado por tres factores: metabolismo basal, actividad física y termogénesis inducida por los alimentos.

Metabolismo basal: Es la suma de la actividad de todas las células del organismo. Supone la cantidad de energía que una persona necesita para mantener las funciones indispensables para la vida (que los pulmones obtengan oxígeno del aire, que el corazón lata, que se mantenga la temperatura corporal...). En mantener el metabolismo basal empleamos las tres cuartas partes del total de la energía que ingerimos.

Actividad física: Suele suponer el 30% aproximadamente de la energía que consumimos para las personas que llevan una vida sedentaria, para una actividad moderada puede aumentar hasta un 60%, y para actividades muy intensas hasta un 100%. La práctica de algún deporte, dependiendo de la intensidad, puede aumentar en un tanto por ciento importante el total del gasto energético. Los ejercicios más recomendables son los aeróbicos que ponen en funcionamiento grandes masas de músculos como andar, nadar, correr, pedalear...

Termogénesis inducida por los alimentos: Es la cantidad de energía que empleamos en convertir los alimentos en sustancias que puedan ser aprovechadas por nuestro organismo. Para ello, se producen en nuestro cuerpo una serie de reacciones químicas, llamadas metabolismo, mediante las cuales se van degradando los alimentos hasta convertirlos en los nutrientes que los componen, así pueden ser transportados a todas las células del cuerpo para que los aprovechen. En todo este trabajo de digestión, absorción y transporte consumimos aproximadamente el 10% del total de la energía consumida.

El ser humano está capacitado para ahorrar energía en situaciones en las que el aporte energético es escaso, como puedan ser guerras o ayunos; en estas circunstancias el cuerpo mantiene un gasto bajo, dirigido a mantener solamente funciones vitales como el trabajo del corazón o la respiración, pero la capacidad de movimientos disminuye y desaparecen funciones que podemos llamar de lujo como la posibilidad de embarazo o la menstruación. Si consumimos más cantidad de energía de la que somos capaces de consumir, ésta se almacenará como reserva (tejido graso graso) para que pueda ser utilizada en caso de necesidad, si no se usa, veremos aumentar nuestro peso cada vez más.

Cómo puedes acelerar tu metabolismo

El metabolismo es la combinación de una serie reacciones bioquímicas y procesos físico-químicos a través de los cuales se renuevan las diversas sustancias del organismo. La energía necesaria para llevar a cabo estos procesos es obtenida de la comida que ingieres y se mide en calorías. El metabolismo se activa tras la digestión, y se basa en la reabsorción y la transformación de las sustancias alimenticias. El conjunto de estas funciones ocurren con una velocidad establecida. Si se llevan a cabo de una forma rápida y dinámica se habla de tener un metabolismo rápido, y al contrario si ocurren de forma lenta.

Hay factores que influyen en la velocidad de tu metabolismo que no puedes modificar, como la genética, el sexo, edad, procesos hormonales... Pero hay otros factores sobre los que sí podemos influir para acelerar nuestro metabolismo:

  • Desayuna de forma saludable, preferiblemente toma cereales integrales, que van liberando la energía lentamente durante todo el día.
  • Come cinco veces al día. Toma porciones pequeñas de alimentos.
  • Bebe mucha agua, de 6 a 8 vasos diarios. Toma agua constantemente y mantén el cuerpo fresco. Esto te ayudará a nutrir tu organismo y te dará una energía de larga duración. Una de las causas más comunes por las que la gente se agota es la deshidratación.
  • Aumenta el consumo de magnesio, que te aportará altos niveles de energía. El pescado, las nueces o las almendras, contienen magnesio.
  • Actívate un poco todos los días: realiza un poco de ejercicio, haz estiramientos, camina...
  • Duerme correctamente todos los días.
  • Toma algún suplemento natural que te de un aporte extra de energía, para sentirte activo y acelerar tu metabolismo. La Moringa, por ejemplo, es una fuente única de energía para el cuerpo humano.

¿Qué cambios notarás al acelerar tu metabolismo?

  • Incrementa el calor corporal. Con un metabolismo acelerado tu cuerpo procesa más energía, por lo tanto se produce un incremento de calor que proviene de tus músculos.
  • Aumenta la transpiración. Al producirse un aumento de la temperatura del cuerpo, éste reacciona con el fin de bajar la temperatura produciendo el sudor que después se va evaporando.
  • Aumentan los niveles de energía: El cuerpo empezará a movilizar sus reservas de energía. Tu sistema energético se volverá más eficiente, por lo que el primer síntoma de tener un metabolismo acelerado es encontrarse más enérgico.
  • Aumenta la frecuencia cardíaca
  • Se incrementa la respiración.
  • Bajarás de peso más fácilmente: al aumentar tus niveles de energía te sentirás más activo y con más ganas de realizar alguna actividad física. De esta manera, conseguirás casi sin esfuerzo adoptar una rutina diaria de ejercicios que te permitirá bajar de peso.